En realidad, la historia de la red se
puede remontar al principio del siglo XIX. El primer intento de establecer una
red amplia estable de comunicaciones, que abarcara al menos un territorio
nacional, se produjo en Suecia y Francia a principios del siglo XIX. Estos
primeros sistemas se denominaban de telégrafo óptico y
consistian en torres, similares a los molinos, con una serie de brazos o bien
persianas. Estos brazos o persianas codificaban la informacion por sus
distintas posiciones. Estas redes permanecieron hasta mediados del siglo XIX,
cuando fueron sustituidas por el telégrafo. Cada torre, evidentemente, debia de
estar a distancia visual de las siguientes; cada torre repetía la información
hasta llegar a su destino. Un sistema similar aparece, y tiene un protagonismo
especial, en la novela Pavana, de Keith Roberts, una ucronía en la
cual Inglaterra ha sido conquistada por la Armada Invencible.
Estos telégrafos ópticos fueron
pioneros de algunas técnicas que luego se utilizaron en transmisiones digitales
y analógicas: recuperación de errores, compresión de información y
encriptación, por ejemplo. Se ha calculado que la velocidad efectiva de estos
artilugios sería unos 0.5 bits por segundo, es decir, aproximadamente unos 20
caracteres por minuto.
Supongo que los métodos de seniales
de humo utilizados por los indios también se podrían considerar algo así, con
la diferencia de que no consistían en un establecimiento permanente, y que
además no funcionaba a nivel nacional.
Posteriormente, la red telegráfica y
la red telefónica fueron los principales medios de transmisión de datos a nivel
mundial.
Alexander Graham Bell fue el descubridor del teléfono. En realidad, él hubiera querido
que fuera algo así como una ``radio por cable'', de forma que una central
sirviera a los interesados informaciones habladas a cierta hora del dia, por
ejemplo. Evidentemente, pronto se descubrió que era mucho mejor para la
comunicación interpersonal, aunque en Hungría estuvo funcionando durante cierto
tiempo un servicio como el indicado, denominado Telefon Hirmond , que era una fuente centralizada de noticias, entretenimiento y
cultura. A ciertas horas del día, sonaba el teléfono, se enchufaba un altavoz,
y se empezaba a oir, por ejemplo, la saga de los Porretas (en húngaro, claro
está).
La primera red telefónica se
estableció en los alrededores de Boston, y su primer éxito fue cuando, tras un
choque de trenes, se utilizó el teléfono para llamar a algunos doctores de los
alrededores, que llegaron inmediatamente.
Los primeros intentos de transmitir
información digital se remontan a principios de los 60, con los sistemas de
tiempo compartido ofrecidos por empresas como General Electric y Tymeshare.
Estas ``redes'' solamente ofrecían una conexión de tipo cliente-servidor, es
decir, el ordenador-cliente estaba conectado a un solo ordenador-servidor; los
ordenadores-clientes a su vez no se conectaban entre si.
Pero la verdadera historia de la red
comienza en los 60 con el establacimiento de las redes de conmutación de
paquetes. Conmutación de paquetes es un método de fragmentar
mensajes en partes llamadas paquetes, encaminarlos hacia su
destino, y ensamblarlos una vez llegados alli.
La conmutación de paquetes se
contrapone a la conmutación de circuitos, el método de telefonía más habitual,
donde se establece un circuito físico entre los hablantes. Inicialmente se
hacía mediante interruptores físicos, y hoy en día se hace la mayoría de los
casos mediante interruptores digitales.
El transmitir la información en
paquetes tiene bastantes ventajas:
- Permite que varios usuarios compartan la misma
conexión.
- Sólo hace falta reenviar los paquetes que se
hayan corrompido, y no toda la información desde el principio.
- Los paquetes pueden llevar información de
encaminado: por donde han pasado, de donde vienen y hacia donde van.
- Ademas, dado que se trata de información
digital, se puede comprimir o encriptar.
La primera red experimental de
conmutación de paquetes se usó en el Reino Unido, en los National
Physics Laboratories; otro experimento similar lo llevó a cabo en Francia
la Societè Internationale de Telecommunications Aeronautiques.
Hasta el año 69 esta tecnología no llego a los USA, donde comenzó a utilizarla
el ARPA, o agencia de proyectos avanzados de investigación para la defensa.
Esta agencia estaba evidentemente
interesada en esta tecnología desde el punto de vista de la defensa nacional.
Se trataba de crear un sistema de comunicaciones donde no hubiera ningun punto
central de mando y control, sino que, aunque cualquier punto de la red fuera
destruido, podría ser restituida la comunicación encaminándola por otra ruta.
La corporación Rand aconsejo la creación de tal tipo de red en
un informe de 1962.
El ancestro de la InterNet , pues,
fue creado por la ARPA y se denominó ARPANET. El plan inicial se distribuyó en
1967. Los dispositivos necesarios para conectar ordenadores entre si se
llamaron IMP (lo cual, entre otras cosas, significa ``duende'' o ``trasgo''),
es decir, Information Message Processor, y eran un potente miniordenador
fabricado por Honeywell con 12 Ks de memoria principal. El primero se instaló
en la UCLA, y posteriormente se instalaron otros en Santa Barbara, Stanford y
Utah. Curiosamente, estos nodos iniciales de la InterNet todavía siguen
activos, aunque sus nombres han cambiado. Los demás nodos que se fueron
añadiendo a la red correspondían principalmente a empresas y universidades que
trabajaban con contratos de Defensa.
Pero InterNet viene de interconexión
de redes, y el origen real de la InterNet se situa en 1972,
cuando, en una conferencia internacional, representantes de Francia, Reino
Unido, Canada, Noruega, Japón, Suecia discutieron la necesidad de empezar a
ponerse de acuerdo sobre protocolos, es decir, sobre la forma de enviar
información por la red, de forma que todo el mundo la entendiera.
Un esfuerzo similar había sido
llevado a cabo por la CCITT, o Comite Consultivo Internacional sobre Telefonia
y Telegrafia, que fue capaz de poner de acuerdo a todos los paises para que
cada uno tuviera un prefijo telefonico, se repartieran los costes de las
llamadas entre diferentes companias nacionales, y básicamente, cualquier
usuario en el mundo pudiera descolgar el auricular y marcar un número y llamar
a su tía en Pernambuco.
Se trató entonces de conectar esas
redes muy diversas a través de pórticos o gateways,
que traducieran la información del formato comprensible por una red al formato
comprensible por otras redes.
Estos protocolos se
referían principalmente a como tenía que estar codificada la información y cómo
se envolvía en los paquetes. Hay muchas maneras posibles de codificar la
información (aunque actualmente se esté llegando a una serie de estándares, por
ejemplo, el texto suele estar codificado utilizando el código ASCII ), y muchas
mas maneras posibles de indicar errores entre dos nodos de la red, de incluir
en el paquete información sobre rutado, etc. El formato y la forma de esta
información es lo que se denomina protocolo.
Más adelante, de la ARPANET se
disgregó la MILNET, red puramente militar, aunque tiene pórticos que la unen a
la InterNet . ARPANET se convirtió en la columna vertebral de la red, por donde
tarde o temprano pasaban todos los mensajes que van por la red.
España fue, paradójicamente, uno de
los primeros países de Europa que instaló una red de conmutación de paquetes,
la IBERPAC, que todavía esta en servicio. Esta red la utilizan principalmente
empresas con múltiples sucursales, como los bancos, oficinas del gobierno, y,
evidentemente, como soporte para la rama de Internet en España. España se
conectó por primera vez a la Internet en 1985.